CaRnAVal cArNaVaL

Una de las interpretaciones histórico- filológicas más aceptadas del término carnaval,
es aquella que presume que deriva del latín “carnem levare” (“quitar la carne”), referido a la antigua tradición de celebrar un banquete de “adiós a la carne” en la noche anterior al miércoles de ceniza en vista de las penitencias cuaresmales.

Los carnavales eran los últimos días "de fiesta" antes de entrar en el período de recogimiento que terminaba con la Semana Santa. De ahí la música, el baile, el desenfreno y los excesos, antes de la Cuaresma. De su contenido religioso, los carnavales fueron poco a poco transformándose en importantes espectáculos turísticos, dejando atrás la parte espiritual que dio origen a su celebración.

Una de las manifestaciones más hechizantes de estas fiestas, es sin duda la que puede encontrarse en Venecia.

Celebrar el carnaval permitía a las familias aristocráticas mezclarse con el pueblo, un privilegio que proporcionaba el anonimato de las máscaras. Desde entonces, éstas juegan un papel fundamental.

Bienvenidos a este mundo anónimo, donde las divisiones desaparecen, donde mágicamente todos se vuelven iguales, donde “todo” está permitido.






Por supuesto, en la bella Italia, no faltan quienes van contra las normas, quienes se declaran “alternativos” y pasan de la tradición.

Pssssssss… “Carnevale di Venezia”, qué tontería.

A cara descubierta y con un par de webs, gritan sin palabras:

“¡Yo me disfrazo de lo que me da la gana!”

Si aun no habeis decidido disfraz para los próximos carnavales, os aseguro que el modelito veneciano, no sienta nada mal.

Es cierto que no podreis lucirlo subidos en una góndola, que las plumitas acabarán chafadas y que la máscara os picará.
Pero mirándolo por el lado positivo…
¡¡¡ Ninguna de las simpáticas palomitas de San Marcos, confundirá vuestro sombrero con su nido!!!






P.D. Carnaval 20o7.

-Y tu ¿ de qué PALO vas?

-Hmmm...yo es que....

¡¡¡ Siempre me he sentido una mujer 10!!!