martes, noviembre 14, 2006

Un necio no es más que fastidioso,pero un pedante es insoportable.



Cuenta el tunante de Villalonga que hace años usaba Aparisi el "e pur si muove" de Galileo; pero el pobrecito no le daba la interpretación verdadera, y creía que aquel célebre dicho significaba “por si acaso”. Así, se le oyó decir más de una vez:

“Parece que no lloverá; pero sacaré el paraguas e pur si muove”.

(Fortunata y Jacinta, I. Cap. VII)


Hace unos días alguien me asaltó con una de esas preguntas inocentes que le hacen a uno hundirse en la miseria...me explico:

Todos tenemos el típico amigo que estudia medicina, a quien el resto de la cuadrilla acude en cuanto siente el más mínimo malestar... o el de biología, al que comentamos –haciéndonos los interesantes- lo que han dicho en TVE2 (omitiendo que ponemos el documental para echar la siesta)...por no hablar del coleguita de derecho, con quien –curiosamente los sábados a la noche- debatimos sobre la legalidad del botellón...

Yo he tenido la gran _ _ _ _ _ (rellene usted mismo la línea de puntos) de estudiar Filología Hispánica. Esto significa dos cosas: una, que soy muy rara, y otra, que todas las preguntas demasiado indignas como para ser formuladas a un futuro médico, biólogo, o abogado...me caen a mi:

-Entonces qué va a ser...¿ dos cafeSES con leche?
O no... ¿ cómo se dice? ¿dos café con lecheS?, o...

-Ná, ahórrate el mal trago que yo quiero un mosto.


El caso es que aquella tarde pintaba tan feliz, cuando de pronto, como una bomba:

-Oye... ¿qué significa “beligerante”?

Y mirada expectante, porque bajo la aparente espontaneidad de la pregunta, lo que se esconde en verdad es un: “Tu que eres tan rara – y que no sabes de medicina, ni de biología, ni de leyes- sabrás qué significa este palabrejo”.

Qué ocurre:
Que pones cara de pócker y dejas un momento así como de suspense, como que...te lo estás pensando.

Lo que piensas en realidad:
Es cómo vas a salir triunfante de ésta, porque “perífrasis” o “metáfora” es una cosa, pero “beligerante”...eso ya... Es otra, vamos sí, pero otra ¡que no sabes!
Aún no quieres dar por perdida la batalla, pero no puedes dejar de acordarte de cómo cada vez que alguien de tu cuadrilla describe sus síntomas al amigo médico y éste no sabe hacerle un diagnóstico preciso , todos comentáis que lo que ocurre es que no tiene ni puta idea y que fijo que por eso le quedan dos de primero.

-Hmmm...si...este...¡cómo me suena!
Ehmmm, viene a ser como...no sabría decir exactamente un sinónimo...


Qué ocurre:
Que dices “SINÓNIMO”, porque gracias a tu especialidad universitaria, es lo más parecido a un tecnicismo que puedes utilizar. Y lo dices con mucha seguridad, a ver si hay suerte y evocas en tu interlocutor los viejos tiempos de clase de lengua en el cole, para que parezca así que tu también eres experto en algo.

Lo que piensas en realidad:
Es que tendrías que haber estudiado económicas, que tan mal no se te puede dar, si ya con cinco añitos aprendiste al dedillo eso de... dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis...



El origen del farragoso incidente, la tranquilidad de no ser más tonto que el resto:

El caso es que cierto sujeto, poco antes del trágico episodio que acabo de narrar, acudió a su clase de música, sin haber predicado, digo... practicado (está bien, me lo ha auto-puesto a huevo para el chiste lingüístico).
Y antes de comenzar con la misma, exclamó dirigiéndose hacia su profesora, en un tono a medias entre la declamación y la súplica:

-Ya lo siento, pero no he estudiado nada para la clase de hoy...
Así que hoy...ya puedes ser “beligerante conmigo”, no me riñas...


"Beligerante": adj. y com. [Potencia, estado o grupo] que está en guerra o que está de parte de alguno de los contendientes.

Intento fallido de dar con la palabra justa: beligerante, concupiscente, hermeneútico...
¡Qué más da... ¡

Saber el por qué , de aquella pregunta que me habían lanzado apenas unos minutos, hizo que el fango que me llegaba hasta el cuello, bajase por lo menos por lo menos hasta las rodillas. Y eso ya, es otra cosa.
En definitiva, hay algo peor que no dar respuesta a las preguntas del “qué significa”, algo peor que no decir nada y parecer ignorante: abrir la boca y confirmarlo.

Moraleja: Antes de hablar...e pur si muove... pensemos dos veces lo que vamos a decir.

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